domingo, 31 de agosto de 2008

Y volver a empezar...


...de entre los días,
aquellos que dibujé con mis palabras
y borré con mi goma nueva.
De entre los días que nos dan las sábanas sudadas,
de los desayunos de pitufo de tu boca con tomate
de bocetos impacientes por vivir.
De las nuevas imágenes guardadas en mis retinas: la luz gaditana, la salsa amarilla del chorro, las voces sorpresa de un tal shuarma, las burbujas del caicune, los esperados días de taconeo, mi sueño hecho realidad, mis claves de carnaval en el teatro, los viajes a las ferias variadas, todas las velas sopladas y los regalos sorpresa, cada una de las palabras que faltan y están aquí, las cenas que nos matan el hambre, los pinos, un Ismael que no vino a vernos, los nuevos descubrimientos, tu raqueta mía del squash, la sombrilla de flores de nuestra playa, los kilos de nachos con queso de mi costado y las esperas, nuestros ladrillos por vivir, los gritos, las llamadas y mensajes pagadas al señor móvil, cada libro que buscamos juntos, tus ideas, nuestros sueños, aquella comida con mariachis, los dos mágicos baños visitados, las carreteras andadas...cada puesta en marcha de los motores...
De tantas páginas pasadas para una nueva lección,
del trabajo bien hecho,
de las pieles encendidas...
Y volver a empezar los días,
unos nuevos con fríos llenos,
de empezar a conquistar nuevas rutas...
de no olvidar el último sendero...

Comienza el curso, un año nuevo algo rapidillo,
estoy segura que trae nuevos platos que probar..

...y si son con esas vistas...quizás haga piardas para repetir...


Lucha de gigantes...

hacemos un trato...?
tú pones la acústica y yo mis tonterías...
qué dices?

jueves, 28 de agosto de 2008

Quién anda ahí?

Normalmente, suelo caer rendida en la cama. Los días que se aproximan me dejan extenuada y adoro aprovechar cada minuto aún para perderlo en la siesta que mi sofá me presta. Esa noche, por variar, había cenado demasiado matahambre y tambaleándome logré tumbarme en la cama recién puesta. La ventana abierta con el aíre acondicionado natural entrando y refrescándome...

Normalmente, sueles entrar cada noche. Los días se hacen cortos y hay tantas cosas por hacer que al final cambiamos los planes por uno aún mejor, si cabe. Esa noche, llegaste, una vez más. Cuando casi cierro los ojos, siento el hombro de mi niño, que sin hacer ruido, entra por la ventana para acompañarme en mis sueños...Luego, cuando despierta la luz, me deja solita...y comienza la batalla...

Normalmente, suelo tardar en abrir los ojos. Mi almohada me tiene hipotecada la vista y a veces, me llama una y otra vez, hasta que consigue que vuelva a cerrarlos y así, ella, vuelve a mirar. Esa temprana mañana me dejó despertar y logré mirar a tiempo el reloj de mi mesita...llevaba 20 minutos de retraso!!!

Normalmente, me despierto casanda, en los sueños tengo muchas cosas que hacer...pero me despierto sonriendo y esa mañana fue una más de tantas felices: mi café, mi vaquero, mi anillo, mis coloretes y el París de YSL que me refresca las pocas ganas...mi bolso, mi música y mi euro...y a mi nómada labor...

Normalmente, la puerta de mi casa está cerrada a cal y canto. A veces llamo a los dos ascensores y pienso que compiten para ver cuál de los dos es el más rápido en llegar al piso de arriba. Siempre gana el que está más cerca de mi puerta, por lo menos para mí y mis piernas. Y bajo...sin pensar, solo escuchando lo que se me antoje esa mañana...y llego, sin mirar...y ando hasta la puerta...

Normalmente, no me cruzo con naide. Esa mañana note un olor especial y justo cuando bajaba los escalones, casi quieta, apareció:
"Buenos días" cantó.
"Buenos días" asustada, respondí.
"Se te hace tarde" exclamó.
Miré mi mano sin reloj y le dije: "Ah, si?"
Descarada miré sus ojos...verdes...y me reí.
"¿Le pagan bien?"...le dije.
"Corre a la parada, listilla" me confesó.

...Y me fuí...a mi adorable parada del 20. Y lo entendí todo. Hay un personajillo con pinta de señor cotarrero que me despierta cuando me despisto. Alguien lo puso en nómina, le compró un gorro para que no me asustara y lo contrató para su estudio de vértigo con una labor camuflada...:

"que cuando él está lejos, se ocupe de mí...
...y de mis locuras...y me guarde"

Creías que podrías engañarme con el disfraz pero olvidaste que yo leo el iris...
Olvidaste que se leer detrás de la voz...

Adoro los cuentos que pones en mis días para que no tenga miedo.
Y me encanta hacerme la tonta y si es para reirme...

...y mi viaje de 1 euro fue a la Luna...

P.D.: El cotarrero se llama Tristonio y es obra de las manos de Antonio Mendoza.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Paradiso Perduto


Amanezco en una desnuda playa,
tumbada, con el pelo en la arena,
en una playa que aprende a soñar,
con un mar con siglos en sus olas.
Amanecemos sin calma,
te necesito para abrir los ojos...te tuve...te tengo...
Y al mirar...
Mis ojos se paran,
porque es imposible no hacerlo,
tienen los tuyos cerca.
Y al mirar...
Divisan tu olor en el horizonte,
un lugar donde huele a verde,
donde se escuchan los bichitos que nos dan los buenos días,
un horizonte con vistas a sueños infinitos,
con música de noches en vela,
y con las luces de la humedad de las hojas,
con restos y rastro de aquellos años,
y arena mojada entre los dedos de los pies.
Hay flores apagadas y las raíces de los árboles que se niegan a morir,
piedras amontonadas que nos dan la bienvenida a casa,
y laderas azules embravecías...
Hay un templo con la forma de mi espalda que recibe tus oraciones,
hay un beso, un día nuevo y un espejo donde ver la claridad...
y una chica boom bailando como loca...

...un paraíso con ganas de perderse entre nuestras manos...

Yo amanecí hace ya tantos días,
y a mi lado...el Paradiso Perduto que tú me das...



jueves, 21 de agosto de 2008

Extraña forma...

...de encontrarme con la tierra,
con los antiguos y frescos olores del verano,
con las sillas de piedras alrededor de la mesa,
con el sonido de las hojas finas, marchitas y colgantes de nuestros árboles,
con las piñas y los enseres de cocina...
...de encontrarme con recuerdos,
recuerdos de días de invierno abrigados con hojas,
las hojas húmedas de nuestras canciones,
las de nuestros pensamientos y deseos en la punta de la lengua.
...de encontrarme con miradas,
miradas perdidas que por fín se encontraban,
miradas rescatadoras y cegadoras,
miradas de hambre.
...de encontrarme con ellos,
dos seres que, como anillos espaciales, siempre me rodean,
una a kilómetros y el otro a segundos,
dos seres que me elevan con sus platillos volantes al universo,
y después de cantarlo todo, me bajan a tierra humilde,
y me hacen enmudecer.

...de encontrarme con este extraño mapa de luces y sombras

...ya tuve uno, que no olvidé.
Ahora, que ya huelo a otoño, me quedo con este que me lleva donde quiero ir...
por estar tan cerca de tí y de mí...
por darme fresquito,
por ser nuestra particular parcela del cielo...


Extraña forma ...
de amar...



martes, 19 de agosto de 2008

Querías bulerías...?

Toma esa!

sábado, 16 de agosto de 2008

La luna tan loca...

...tu pequeña mendiga...

Mira hacia arriba y...voilà!

...yo no soy una estrella pero tengo luz para darte...

...si, dime tú..

...sin miedo...

miércoles, 13 de agosto de 2008

A cuenta de un ángel...


" Ay, de nobleza yo he pecao"
A cuenta de cuentas pendientes,
de muchos puntos de mi lista por tachar.
A cuenta de cuentas pedientes de sumar,
y de hacer pagar a deudores.
A cuenta de tus deshonradas cuentas
y de tu escasa lucidez.
A cuenta de tus traperos puntos seguidos
en mi mundo de comas.
A cuenta de mis manos abiertas esperando tu aparición,
tu desánimo encarecido y vanal, tu rastro rastrero.
A cuenta de tus desaires absurdos y sin sentido,
y de las lágrimas de quien te los permitía.
A cuenta de tus palabras altivas que me provocan tanta risa,
tanta pena...
A las cuentas que me echaste y yo pagué una y otra vez...
Al dudoso rojo de tu corazón y los sinsentido guiones de penoso cine...
Aquí, guardadito lo tengo todo...
las alas que un día gané son mis salvadoras...aún así...
...tengo un huequecito,
uno soldado y rodeado de notas,
de unas manos que adoro y de mis ideas.
Tengo un huequecito,
entre mis costillas y mi pecho,
con ojos salvajes esperando.
Tengo un huequecito,
que, alerta, está tranquilo,
divisa tu flecha.
Reza para que nunca llames a su puerta...
es un huequecito pero es mío,
reza y cuídate por no despertarlo porque...no volverás a reir.
...y no mires atrás...te hablo a tí.

martes, 12 de agosto de 2008

Dame las horas en calma de la noche...

...existen dos caminos,
paralelos y llenos de árboles,
van a parar al mismo lugar,
al mismo fin.
Existen dos caminitos distintos,
con nombres y apellidos conocidos,
con aíre fresco y música de un río,
que van al mismo lugar.
Existen dos caminos,
con muchas paradas
y el mismo destino.

Tus ojos miran a la luna,
los mios, a las estrellas caer,
los tuyos maquinan estratégicamente la intensidad de la luz,
los míos recogen las estrellas perdidas, heridas y las llevan a sanar...

Hoy tenemos trabajo,
ponte el sombrero de la noche...nos esperan sus horas...
el resto solo las entendemos tú y yo.

lunes, 4 de agosto de 2008

El fabuloso mundo de aquí dentro...


No se si algún día hice bien o mal pero el caso es que llegaste.
Llegaste con las consecuencias profundas de los amores de película.
Lo apartaste todo para hacerme un hueco,
un camino paralelo al que tú mismo andabas.
Y todo cambió de repente.
Y todo cambió de repente y de una manera cegadora.
Me llevaste, te encontré y hemos reido con cada loca luna observadora que nos echaba una mano...
No me da miedo perderte ni que huyas,
no lloro por tu ausencia, mi yo está por encima de todo eso.
No te alejarías aunque quisieras porque yo te tengo.
No lloré viendo la película por la historia de amor, ni por la muerte...
No me horroriza tu silencio ni tu adiós.
Ni tus desánimos y tus desaíres si lo hubieran.
No tengo miedo...no te tengo miedo.
Porque de eso que llaman amor...yo lo tengo todo.
Sé que lejos o cerca, yo te tengo aquí, dentro, en tu sitio y yo soy y seré feliz quieras estar o no, quieras o no vivirlo conmigo, esa es mi fortuna.
Y eso, queridos/as, no me lo quita nadie...
...ni yo misma...

P.D.: Nunca habrán últimas frases, ni últimos cafés, ni últimos abrazos...

Quedan las miradas, las risas, los susurros, las sorpresas, los libros en el mar... y es infinito.