jueves, 21 de agosto de 2008

Extraña forma...

...de encontrarme con la tierra,
con los antiguos y frescos olores del verano,
con las sillas de piedras alrededor de la mesa,
con el sonido de las hojas finas, marchitas y colgantes de nuestros árboles,
con las piñas y los enseres de cocina...
...de encontrarme con recuerdos,
recuerdos de días de invierno abrigados con hojas,
las hojas húmedas de nuestras canciones,
las de nuestros pensamientos y deseos en la punta de la lengua.
...de encontrarme con miradas,
miradas perdidas que por fín se encontraban,
miradas rescatadoras y cegadoras,
miradas de hambre.
...de encontrarme con ellos,
dos seres que, como anillos espaciales, siempre me rodean,
una a kilómetros y el otro a segundos,
dos seres que me elevan con sus platillos volantes al universo,
y después de cantarlo todo, me bajan a tierra humilde,
y me hacen enmudecer.

...de encontrarme con este extraño mapa de luces y sombras

...ya tuve uno, que no olvidé.
Ahora, que ya huelo a otoño, me quedo con este que me lleva donde quiero ir...
por estar tan cerca de tí y de mí...
por darme fresquito,
por ser nuestra particular parcela del cielo...


Extraña forma ...
de amar...



3 comentarios:

Antonio dijo...

Al final te lo digo por aquí. Tu otoño me recuerda a otro otoño. A un amigo nuestro que ya no está y que sabes que me dolio en el alma cuando se fue:

"El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre."

Y lo que te quería decir, aunque no te lo creas, es que tu poesía, tus otoños y tus letrillas no tienen nada que envidiar a estas que nos dejó este amigo en común.

Rubi dijo...

Al final nos meteran en la cárcel por blasfemos...pero ya sabes, juntos, en la misma celda...

Un amigo nuestro que tú, precisamente, me presentaste una noche...

Bendito seas Antonio!

Antonio dijo...

Exactamente. Bendito San Antonio de Padua me conocen los coleguillas de ahí arriba.

Lo que pasa que con los tiempos que corren tuve que tomar este aspecto de gordito en vaqueros. Pero de aquí a dos eneros me pongo a evangelizar como un loco!