viernes, 31 de diciembre de 2010

Buscando un momento para escribirte...

...todo lo que me rodea suena a música...

en enero sonó a: "igual que cuando me miraste...y creí que me ibas a atravesar..."
en febrero a: "la luna vigila las ramas que no mueve el aíre..."
en marzo a: "si me quieres querer, quiereme ahora, no dejes el amor para mañana..."
en abril a: "nunca imaginé que podía sentirme de esta manera, como si nunca hubiera visto el cielo...antes..."
en mayo a: "hasta me sobran las miradas y nunca me falta un beso..."
en junio a: "hoy quiero contarte un cuento, aunque el final ya está escrito..."
en julio a: "no me mates con tomate, matame con bacalao..."
en agosto a: "tu cabeza es mi escalera..."
en septiembre a: "y sálvese quién pueda..."
en octubre a: "pido a dios que a mí me mande, a mi ángel de la guarda..."
en noviembre a: "jugamos a ser dos gatos que no se quieren dormir..."
y en diciembre a: "feeling good"

Es imposible olvidar cada minuto de este largo y extraño año. Ahora te vas, diciéndome adios con las dos manos y me dejas sola sin presentarme al que viene de camino. Creo que tengo las armas suficientes para defenderme: llevo un año entero preparándome para el combate, la batalla o la odisea, como quieras llamar a esto de empezar un año nuevo.

Seas como seas, bienvenido...yo te espero con mis balas...

"tengo, la mañana, oscura como la noche, 
cuando despierta mi soledad, cuando amanezco y tú no estás,
y es que tengo...la mañana..."

...y decirte adiós.

sábado, 25 de diciembre de 2010

21 de diciembre de 2010


Un año. Entero. Y cambia la bienvenida como ha cambiado todo. Son tantos los momentos que mejor me los guardo...son un secreto.
Yo abro la puerta...pero aquí el lobo soy yo, cariño.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Sara y Marcelo

"No me convienes. Tú no es lo que quiero. Me quitas las pocas energías que tengo en el día. Me despierto para hacerte el desayuno mientras tú duermes. Explotas cuando las cosas no son como quieres. Te hago el café de por la tarde. Apoyas tus pies sobre mis piernas para quitarme el calor. Te acercas a mi hombro cuando lo necesitas, sólo cuando lo necesitas. Te escucho a todas horas: cuando cantas en la ducha, cuando gritas por el patio de vecinos, cuando hablas dormida, cuando hablas sola frente al ordenador, cuando me hablas. Te dejas los grifos abiertos y casi nunca vas peinada. Te encanta observar. Sabes hacerlo casi todo aunque digas que no sabes hacer nada, y te odio. Esta no es la vida que necesito, que quiero o que imaginé. Me desespera tu desastroso mundo, tus relaciones y tu armario. Me das miedo cuando hablas en serio. Sé que eres muy capaz. La mayoría de las veces eres insoportable y de un salto te haces encantadora. me desaniman tus furias y no entiendo tu manera de pensar...

...pero es que el brillo de tus ojos siempre me hace regresar...