Ya no te pertenece...

La historia de una conquista.
Empezé con una canción de dos pobres enamorados,
y tú llenabas mis horas con tus soniquetes, nuevos para mí,
eran dos nuevos amigos: los tantanes de mis sueños y los acordes de tus manos.
Ellos luchaban por existir...por permanecer...
Yo te cantaba mis recuerdos, intentaba que vieras por tus ojos lo que yo sentía,
y creo que lo conseguí...
Tú bañabas mis sábanas de despertares en allegro
y yo estrenaba mi voz matutina al son del tres y del cuatro,
y así pasaron los días...
Te dí a probar el desgarrador veneno que vive en mí,
y aprendiste a buscarlo en tu vida,
y lo encontrabas y lo encuentras...
Y aunque bailas en otras alucinantes dimensiones,
ya no te pertenece...la carne tuya, ya no lo es...

Ahora eres tú el que me enseña a danzar por nuevas letras,
quién iba a decírmelo...
Y es que cuando reconoces un estribillo en el silvido de un muchacho...
en ese justo momento, ya no te pertenece...
Tu carne ya no es tuya...
No hay vuelta atrás...

Quizás las malas artes de los poetas,
quizás las mágicas canciones de una hechicera...

Dulces días...

Mazapanes, roscos, bizcochos, alfajores,
Mantecaos, polvorones, polvorones,
troncos, peladillas, hojaldrinas, bombones,
trufas, escarcha...birutas de chocolate...

Descanso, sosiego, silencio,
villancicos, pasodobles, gritos,
sorpresas, regalos, amigos,
miradas, felices y dulces...

Abrazos, aplausos, besos,
saludos, palabras y más besos,
los cacharros, el jamón y el queso,
los dátiles, tus manos, mi boca...

Éstos días...dulces...
traen sonidos nuevos...
supiros lentos...
miradas...

Será Navidad?....Dulce Navidad...

Hoy la loca soy yo...la de tus besos

El amor es melodía que suena en los corazones,

los besos son sus más bella poesía,

los labios son ese par de renglones.

Porque fue un beso desnudo quien me dió la vida,

porque salió de sus labios mi beso primero,

y desde entonces no tengo una muerte más vida,

que morirme por sus besos.

Los besos son la manzana del pecado verdadero,

la religión del diablo, el paraíso en la boca de los celos,

ese ratito en silencio que nos pide el corazón.

Hay besos de nanas, de velos y altares,

el sueño de dos chiquillos escondíos en los portales,

hay besos que matan, que curan, que saben de fortunas verdaderas,

"tantos besos tanto vales, tantos besos tanto vales".

Son el precio del capricho de la abuela,

son el quiero que me quieras más valiente,

la mentira más verdad de una ramera,

"pídame usted lo que quiera pero un beso no se vende".

Son la firma de carmín en una carta, son coplillas en el alma,

son mi jura de bandera, son esas ganitas que te tengo,

son esta comparsa medio loca...

por pedir que sea tuyo ese beso

de esta letra que acaba en mi boca.

Autor: David Santiago

Vendavales

Tanto tiempo. La vida. Pensando, con tanto tiempo, en tantas cosas. En lo nuevo de hoy, en los sentimientos. Los todos. Los tengo. Unos andaban y ahora corren. Otros rozaban y ahora escuecen. Aquellos luchaban y hoy ganan. Éstos decidieron y hoy duermen en mi cama. Los tengo todos, los...tengo todos. Tantos.

En un momento. Miedo. Horror. Desconcierto. Lamentos. Todos llenando el silencio. Apoderándose de las notas. En el cubo de mi basura, en los susurros dormidos, en los papeles, en la capacidad. Desasosiego, inquietud, desconsolación...los deshice...

Como el que deshace el bizcocho. O como el que lo hace. Quizás tú?...hoy, nada da qué más?

Vendavales de tiempo perdido y esperando a volver. Vendavales de puñales con gustito. De volver a parpadear y admitir. De resentir, renotar, regozar. Vendavales de tus manos permanentes. Vendavales que sacuden mis pies pa que me apoye en los dedos, en tus talones. Vendavales como sales matutinas...colacao o café?. Vendavales con tortilla y sin pimientos. Vendavales de pastel sin cubiertos. Vendavales de sentido y vueltas a mirar.

"Vendavales de azul terciopelo,

enredaos en tus ojos sedientos,

del agua marina de tus anzuelos,

unas olas del cielo con rumbo abierto"

Eran tus cuentas...eran mis pendientes.

Otras son las vistas...

Las vistas de paseos por la playa a las una de la tarde.
Las de mis pinceles y mis pinturas adornando una ventana.
Las de empezar a leer estos cien años de soledad.
Las del sol que entra por mi ventana y me da alegría a las diez de la mañana.
Las vistas de los desayunos con el pan de mi casa.
Las de las ganas de plantarme el chandal y echar a correr.
Las de mi padre adorando un cuadro.
Las de una cocina con tanto por hacer.
Las de las instrucciones para poner una lavadora.
Las de los ensayos desde la paz.
Las de verte a otras horas.
Las de no hacer nada un día más.
Las vistas de los sueños rotos y las de los recien nacidos.
Las de volar hasta vivir en un barrio gótico.
Las de abrazar a quien no pude.
Las vistas de las preguntas...sin respuestas.
Las de siempre, las que son mías...las de tu hombro y mis ojos cerrados.
Las vistas de mi silencio y mi pasado.

Otras son las vistas...
Hoy compré mi batuta...