Desde mi azotea

Hacía tiempo que vivía en una azotea.
Una azotea que me asomaba al mundo que con mis propias manos tocaba y moldeaba.
Llevaba años arrimándome al vértigo que provocaba volver un día tras otro.
Desde mi azotea, unos días veía despetar la mañana, otros dormir la noche de invierno.
Ella ha soportado mis deseos, mis protestas, mis muchas risas de las de axfisiarse y también, mis deseperaciones.
Mientras permanecía en mi azotea, he recibido llamadas de auxilio, llamadas que querían comprar un ladrillo de mis vistas, llamadas para invitarse a comer, llamadas sin sentido y otras con mucha guasa...y todas fueron respondidas.
Tuve muchos vecinos: otros que vivían otras azoteas, que compartían otras visitas, otras llamadas, otros lamentos...otras horas por echar.
Y nos reuniamos para compartir los pitufos de la cafetería de enfrente, de la de al lado y de la de más payá...Nos haciamos visitas para robarnos el agua, aunque a veces, este, era el regalo de nuestros buenos días. Ni que decir de los días de cumpleaños, una tarta en tu azotea o en la mía?...todo esto con copia al servidor.
Con unos vecinos tuve más que palabras, con otros muchos abrazos, con las vecinas muchos cotilleos, con las marujas, más que miradas, con los amigos, más que ayuda y con los desaparecidos, muchos recuerdos.
En este tiempo recibí muchos papeles y cartas de tareas por hacer, todos estos, respondidos y con acuse de recibo.
El sol esplendido llamó a mi ventana, me asomé por un momento al borde, ese al que me asomaba cada día desde mi silla, y lo ví...lo ví a él...casi me caigo de la sorpresa pero él siempre supo agarrarme con fuerza, siempre supo encontrarme...fue como un regalo que me encontré en mi propia azotea...bendita vista la tuya.
Un día, después de muchas reventas, después de muchos desencuentros e incertidumbre, recibí una extraña llamada: era mi propia azotea la que me llamaba a mí...
...y todo acabó...como cuando se acaba el día...

Ahora son otros los ojos que miran otras vistas, ahora son otros los ojos...

Y en mi saco...miles de fotos de mi cabeza, muchos escalones subidos y ganados, muchos hombros en los que apoyarme cuando lo necesite, un transistor, unas bolsas llenas de arena del nacimiento de mi azotea, muchas ideas compartidas, muchos amigos por llamar...y sobretodo...
...al amor de mi vida...el que me enseñó que el Universo conspira a favor mía...

P.D.: a pesar de todo, tengo que dar las gracias.

Cansada de ser niña...

De acostarme a las una.
De levantarme a las 06.45h.
De llegar al trabajo.
De decir buenos días.
De ser responsable.
De callarme.
De llevar los zapatos limpios.
De peinarme.
De no poder ponerme vaqueros.
De pagar mis deudas extrictamente.
De comprar pasteles y bombones.
De aguantarme.
De tener que mirar la cuenta.
De tener los pies en el suelo.
De no poder viajar.
De no poder gastar el dinero que me apetezca.
De ser ordenada.
De mirar si me hablan.
De no poder decir "no".
De acudir a mis responsabilidad y no quejarme.
De estar casanda.
De doblar la ropa.
De llamar a los demás.
De acordarme de los demás.
De coger el bus a tiempo.
De no poder decir "esto es una mierda".
De tener que callarme.
Del silencio.
De comer sola.
De encontrarme la sopa fría.
De sentirme mal por no hacer deporte.
De animarme.
De tirar palante.
De que nadie me entienda...de llevar baggage.

...en definitiva...cansada...

Cansada de ser adulta...

De ponerme los calcetines del revés.

De remolonear en la cama cinco minutitos más.

De remolonear en el sofá quince minutitos más.

De salir a la vida cada mañana con un salto desde los escalones,

sea la hora que sea.

De ser perezosa y escaquearme si puedo.

De dejar las cosas para mañana porque hoy no tengo ganas.

De reirme de cualquier cosa, hasta de lo que no veo pero imagino.

De ponerme los jerseys y las zapatillas de colores.

De guardar papelillos en los bolsillos porque me encanta volver a encontrarlos.

De ponerme celosa cuando cuando te quieren tanto.

De seguir saltando por las calles de esta ciudad y de verla más bonita que nunca.

De sentirme perdida cuando me pierdo.

De adorar la noria, el carrusel y las palomitas.

De comer sin cabeza y hasta llegar al orgasmo.

De cantar desgallitada en cualquier esquina.

De que estos bellos mios, tengan vida propia, y sientan más de lo normal.

De sentir tanto con este que tengo aquí dentro.

De taconear cuando escuchos tambores.

De odiar los colores combinados.

De soñar que dibujo.

De creer en el amor verdadero.

De gritar cuando mi garganta decide gritar.

De subir las escaleras bailando unas alegrías.

De desgastar el mp3 dándole al botón del "otravez".

De escuchar melodías de día y de noche.

De adorar el olor a sal.

De regalar mi alegría.

De ayudar a los que me necesitan sin nada a cambio...

...Cansada, en definitiva, de ser adulta...

...o es al revés?...

...cansada también de mi mala cabeza y de mi buen corazón.

Hoy la loca soy yo...una loca caracola

Lo he visto niña junto a mi barrio,

con su chaqueta de legionario, su voz vacía.

Su barba blanca, su pelo sucio

sus ojos negros, como el embrujo de un desterrao.

Le llaman loco porque habla solo

pero los cuerdos le niegan todos los buenos días.

Y a las palomas le cuenta historias,

sin darse cuenta que su memoria las ha inventao.

Dice que tuvo una mujer buena,

que lo volvió loquito de pena ver que se iba.

Cuenta las horas para ir a su lao,

en un reloj al que le ha quitao las manecillas,

la noche fría, se abriga en el recuerdo,

de aquellas noches de invierno.

La noche fría, se abriga con los besos,

que le dieron algún día.

Hace poemas, que solo lee la Luna,

y le dice a las estrellas: "Déjame con mi locura,

yo pa que quiero más cordura si aún estoy loco por ella"

No tiene biblia ni fe,

ni camisa que lo ate,

el mundo solo es para él,

otro cuerdo de remate.

Hoy lo ´ví, estaba contento, estaba mejor,

muy feliz,

porque algún vecino le había dicho adios,

ojala tuviera a quien contarlo.

Hoy lo ví y acambio de una moneda,

ha vuelto a hablarme de ella

y me he acordao de tus labios.

Y cuando a casa volví,

he pensao que si yo te viera ir...sería el nuevo loco del barrio.

Poemas en 3x4

Autor: Máximo Gómez

Bienvenido a mi casa...

Bienvenido,
llenas de papelillos mis persianas,
de notas mis legañas,
de colores los sonidos.

Bienvenido,
a mi casa desde mañana,
sentado en mis sábanas,
como un suspiro.

Bienvenido,
con tus coplas de amaneceres,
con las luces de tus enseres,
con los trapos de tus vestidos.

Y llegas y vas, y enciendes,
atravesando las paredes,
cortando las malas sonrisas,
y llamando a las lágrimas ardientes.

Bienvenido carnaval,
a las plazas de mi barrio,
a la perchas de mi armario,
a la sintonía de mi radio,
que te esperan para el festival.

y llegas y repasas, y te mueves,
me rodeas, me pisas y me conmueves,
me asustas, me entusiasmas y me elevas,
me lanzas, me sigues y me sublevas.

A tí que te dieron los duendes estos poderes,
que te dí mi cuerpo sin devoluciones,
te pido querido carnaval,
que pilles asiento y te acomodes,
que ya llegaste un día,
y resides,
y permances,
y aquí es donde te quiero yo.

Bienvenido, mi sueño.

No lo se, lo imagino...

He empezado a escribir esta entrada con frases que me ha dolido recordar que hablaban del amor a Dios, el sufrimiento, el dolor, el horror de disfrutar...Iba a hablar de lo bonito de ser padres, de darlo todo por los hijos, amarlos y hacerles felices. Ni siquiera para hablar de esto, quiero recordar la última pelicula que vi en el cine y que me regaló un miedo angustioso en el pecho que no me dejó descansar durante la noche...

Por eso, le doy la vuelta a los malditos pensamientos de personas torturadoras y me quedo con la sonrisa de mi rubio...hay algo mejor que ver sonreir a un niño?

Mi pirata...tu quieres pasteles de nata?...vente conmigo...

Mágico los atardeceres

que me dan el fresquito de colores y pintan mis ojos con tu nombre...