sábado, 25 de octubre de 2008

1, 2, 3...

Hace tiempo tuve un sueño, una vez tuve un sueño sin dormir.
Hace tiempo escuché un sueño y desde entonces camino hacia él.
Y por el camino, aprendí muchas lecciones: las que me daban y las que mis oídos exprimían, las que volaban y las que descubrí.
Hace tiempo que el sueño se convirtió en un camino...y un día lo encontré.
Hace tiempo fue un sueño. Ahora es ensueño.
Hace tiempo tuve un sueño, una vez tuve un sueño dormido...
Así fue.
"Un día miré mi día a día y encontré a un conocido muy desconocido que pedía una voz más. Yo, que andaba por las nubes, pegué a su puerta, y, sincero, me recibió. Después de hablar de sus intenciones y mis desvaríos varios, quiso escucharme y me escuchó y me contrató en prueba, pendiente de que unas niñas firmaran el papel. Yo, asustada, pensaba cómo sería aquella aventura en la que siempre quise embarcar y como tuve miedo, pedí ayuda a mi compañera de vida que con la madera de su guitarra me haría una barquita si lo necesitaba. Y ella dijo que sí y él contrató al nucleo.
Y un buen día todo empezó a sonar como suena el despertador que recuerda que algo empieza: el sueño empezó. Me encontré tímida con las niñas que validarían el billete pendiente. Y lo hicieron, o eso creo.
De repente, las noches se convirtieron en música nueva, letras en el bolsillo y las manos mojadas de los nervios y el calor. Por momentos creí volar y sólo me hicieron falta las alas que mi niño me regaló y que necesitaba para estar dispuesta a pegar el salto. Y por suerte, salté. Me aventuré.
En la aventura me encontré un Punteo que toca unas cuerdas con magia para dar comienzo al cuento. Una Luna loca que canta con el pecho porque el que tiene dentro es el que le marca la melodía. Una chispa delgada con Ojos Grandes y Verdes que me despierta del más profundo letargo. Una María a la que todos rezaríamos para que nos diera un poco de su calma. Unos ojos negro-Violeta que me presta la seguridad que me falta y que siempre está ahí. El sonido dulce del Alba que me hizo regalarle el primer beso para darle las gracias por morirme con su voz. Una fuerza con nombre y apellidos que yo ya conocía y que puede hacerme reir cuando le da la gana, ella es así. Un valiente Bombo que me ayudó cuando aún andaba sola. Una serena rubia que, a veces, si cierro los ojos, me hace escucharme a mí misma y de la que aprendo mucho sin que se de cuenta. Un niño Caja que adoro en silencio y que miro de reojo sin que él lo sepa porque sus toques me mueven algo por dentro. El genio de las manos de una Mamá que nos borda las letras que cantamos en nuestro cuerpo. Unas Niñas que tienen las ganas y la voluntad más sincera jamás conocida. La niña honesta recién llegada que me enseña que todavía hay gente amable por la vida. Los que siempre nos acompañan aunque sea tarde, haga frío o calor y tengan hambre. Y por supuesto, el que me leyó las normas que tiene el poder de entusiasmarme cada día más con su música y letra que me hacen temblar a mi voz...Me encontré esta aventura que es como el sueño en el que yo andaba y disfrutaba a mi manera y que ahora me deja sin palabras...".Hace tiempo tuve un sueño...

...Y ahora no quiero hacer "zhas" con mis dedos y despertar...solo toco los palillos...1, 2, 3...porque ellos me dan el compás...y quiero estar donde me lleven...

A "los niños de mi vida", gracias, porque sin ellos, seguramente, no habría encontrado mi sueño.





miércoles, 22 de octubre de 2008

Algo cambia...

Porque donde antes había soledad ahora hay horas dulces,
porque cuando llamo siempre contestas,
porque hay luces, como ésta, que aparecen escondida entre los árboles,
porque hay momentos que soñaba y ahora andan por mi vida,
porque hay días en los que vuelo sin querer llegar cuando antes las raíces me ataban los pies a una tierra que no era mía,
porque hay momentos con queso que llenan mis noches,
porque aprendí a ser permisiva cuando antes enfurecía,
porque tengo retales cada vez más guardados, casi desaparecidos,
porque estoy viva, en paz con el universo
y todo está ante mí, y si quiero, puedo tocar,
porque puedo cantar y emocionarme sin pensarme tonta,
porque salto y bailo como nunca lo he hecho, con carteles y señales que iluminan el letrero con mi nombre y una frase: "este es el camino",
porque disfruto de mi hermano que pa eso es mío,
porque estoy cercana o eso siento de los demás,
porque siento dentro hasta mordiendo una manzana amarilla,
porque no hay mejor maravilla en este mundo que tenerte de compañero,
porque cuando quiero lunas me llevas a ellas,
porque cuando necesito magia, llamas al cielo azul...

Algo cambia...serán los rayos del sol por las hojas caídas?serán mis ojos?...quizás vea abrazos donde solo hay ramas de árboles...
...me llenaste de remolinos con tus apuestas...

...y ahora...qué dices? que sueño?...
"...soñar no cuesta dinero, en la calle del almíbar del barrio del caramelo..."
...tarareo...


Buenos días, amor mío.

domingo, 5 de octubre de 2008

Nosotros Joan Barcelona

Llegamos. Tal y como teníamos que llegar. Los ojos apuntando esquinas, cafés, calles y edificios que volver a mirar. Cada día con un destino marcado en el papel de nuestra guía, de los G4-F1-D7 desconocidos. Cada paso palante que nos regalaba unas agutejas-calambres que curamos con cada sonrisa al encontrar el sitio elegido...o no elegido. Tenía que ser así, porque no podía ser de ninguna otra manera. Teníamos que encontrar las hadas en aquel bosque encendido, buscar ansiosamente la marca roja en la acera que nos indicaba que íbamos por buen camino, degustar las obras maestras de 4gats que nos comimos con admiración, pasear girándonos en cualquier esquina para contemplar que la vida urbana, allí, nunca duerme, reirnos con cada beso y saber que, aquí o allí o en mil lugares, las chispas que nacen de ellos son las mismas, andar y andar y no parar, pasear por unas aguas nuevas y ver que la luz de esta tierra es especial y que fuera del centro todo vuelve a ser corriente, comprar los recuerdos a nuestra gente con intención de que vean por nuestros ojos lo que nosotros estabamos deseando, respirar el orgullo catalán y aprender que pa, pe, pi, po, pu son algo más que letras, conocer los colores claroscuros de las fachadas y baldosas que hacen de este lugar un deseo, el de permanecer eternamente...
Y cada día descubrir la vida de otras personas, las que se buscan la vida en las ramblas, las que venden, las que piden, las que actuan, las que quieren reir, las que trabajan, las que son más sosas que..., las locas, las que me daban miedo...y la que, por mano del destino, el cielo o la luna, nos encontró para atarnos a allí para el resto...
Decía ser médico, decía que vivía cerca, en la diagonal o algo así (cerca,jeje), decía andar por allí por la mañanas y tener la mala costumbre de almorzar a la hora de almorzar. Decía tener una pierna mala aunque sus pasos nos hicieran perder la respiración a veces. Tenía una chaqueta azul celeste y unos ojos despiertos. Nos regañó por saltar y pisar fuerte sus calles y con una historia cierta y una cara de tener mucho que decir, nos engachamos a él...o quién sabe si fue él el que se enganchó a nosotros. Y nos guió por las calles más pintorescas del barrio gótico inesperado para nosotros. Nos enseñó las letras del pasado en las piedras, el siginificado de las 13 ocas en la Catedral, la historia verdadera de una casa llena de mar santo y maría, las columnas casi escondidas en la calle paradís, el significado de los patios con vida de agua y naranjos, los peldaños de las escaleras, qué hacían entonces con los muertos, cuáles eran las tumbas, cada uno de los santos de la ciudad y lo que es y no es un catalán. Nos hablaba bajito, casi al oído con la única intención, pienso, de drogarnos con una magia que él veía al igual que nosotros: con la mezcla altiva del catalán y el castellano, con las preguntas retadoras que nos dejaba con los ojos espantados y nos hacía mirarnos para encontrar las respuestas, con las llamadas de atención cuando pensaba que me despistaba, esperando atentamente a que retratara, y bien, su tierra, con su dedo indicador para que no dejásemos de mirar a donde quería, con la historia de su vida y las preguntas que les hacíamos, con el paso de los romanos, de los judíos y los bombardeos, con las notas que casi subrayaba para que supiéramos que no estabamos en cualquier sitio, con cada una de las palabras que ese buen hombre nos regaló porque sí...

...dices que soy yo la culpable y declaro que lo único que hago es disfrutar y tener los ojos bien abiertos para no despistarme nunca...

Y es que sigo sin creer en las casualidades. Alguien o algo nos guarda y nos guía...o eso siento yo, porque hoy descubro que...

Después de indagar por media Europa, sin mucha explicación, decidimos viajar a Barcelona, justo a Barcelona.
Quisimos cambiar el billete de tren por uno en avión pero al final, viajamos en el tren rápido vía Madrid para poder contemplar un paisaje que sin ninguna duda esperaba nuestra visita y nosotros, sin duda, deseamos disfrutar juntos.
Tarareábamos sin parar la colombiana que, gracias a tí, tantos recuerdos nos trae: nuestra mente siempre sigue aquí.
Mis ojos confirmaron que tú también sabes bailar por las calles...
Que, vayamos donde vayamos, la música nos acompaña y que nuestro ángel siempre pone un euro en el bolsillo para darnos la oportunidad de agradecerlo.
Que los mimos esperaban tu visita y que querían abrazarme, abrazarme a mí!
Que hay calles que descubrimos porque teníamos que descubrirlas y que por muy lejos o escondido estuviera el lugar o por más que nosotros no quisiéramos siempre lo encontrábamos, o nos encontraban ellos?
Que el vértigo que siempre me acompaña me hace necesitarte profunda e irremediablemente...precisamente...a tí...
Que por muchos abrigos que queramos estrenar, el tiempo decide volverse caliente para abrigarnos bien el camino.
Que por más rajas que haya entre tu cama y la mía, tu hombro y mi cuerpo nunca se separan.
Que por más cansadas que estén nuestras piernas siempre tienen fuerzas para acercanos...

...quizás el señor Gaudí construyó la Casa Battló para que nosotros nos besáramos en sus pasillos. Don Joan llevara 60 años aprendiéndose la historia de la ciudad para embaucarnos y repitiéndose una y otra vez la frase que nos conquistaría: "ve despacio y con cuidado al pisar las calles". La berenjena con queso que nos comimos estaba cultivada con esmero para que no olvidáramos el sabor jamás. Pintaron los cristales de las Iglesias de colores para cautivarnos con sus destellos. La torre de Colón es tan alta para que me demuestres que contigo estoy a salvo. Que Dalí pintó relojes parados para que no viéramos las horas pasar. Que el Tibidabo nació para que hubiera una casa que nosotros pudíesemos desear. Que la noria de ese parque tan maravilloso existe para que podamos afrontar algunos miedos pero siempre juntos. Y por supuesto, que en aquella tienda estaría el avión que tú comprarías para hacermelo llegar en forma de letras que estarán grabadas en cada minuto de mis días y que resume cada palabra que aquí, en mis mensajes, en mis canciones o en mis sueños te exclamo...

...me quedo contigo...