Con ganas de llegar y no volver a mirar el reloj.
Tantos planes en un solo papel sin fín.
Maraton de avión, metro y tren...y nos acogiste.
Cuando llegamos pensé que era otra vida, la de las patatas fritas de campo.
Y así fué...patatas fritas, huevo, gambas, morcilla, ensaladas, flores...una mesa para seis.
Aprendí qué era invierno en mis pómulos y a qué suena el empedrao en mis pies.
Andé por iglesias y sinagogas recordando unos años.
Tu Luna me dió azul, tus árboles me dieron aíre y el sol, mi regazo.
Las risas que me encontré fueron las horas de esos, mis días...yo imaginaba.
Y nunca quise volver a empezar tanto como ese día en que saqué mi ticket de vuelta...el día de nuestras manos.
Una vuelta de solo ida, para siempre permanecer.
Adoro permanecer.
Y tus brazos en forma de muros y tajos me lo pusieron más fácil.
Adoro permanecer...aunque siempre regrese a la luz.
Confío siempre en que todo salga bien.
1 comentario:
Es dificil empezar a recorrer nuevos caminos, yo lo estoy haciendo y cuesta pero siempre me imagino al ave fenix,y asi enfrento el dia dia de un camino desconocido.
No dejo que nada me detenga.
Me gusta lo que escribis.
Hasta pronto
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