La noche más larga del año

No puede ser un día normal. El Universo celebra una fiesta.
Las hadas y duendes salen a divertirse.
Los agricultores dan gracias al cielo y a la tierra por sus cosechas.
Es el momento para pedir por la fecundidad de la tierra y por la de los hombres.
Se comienza a almacenar víveres para el otoño y el invierno.

Y es que ésta fiesta es la despedida del Sol, desde hoy los días tienen menos horas de luz por ello ésta es la fiesta del fuego, con él se pretende reavivar la fuerza del Sol.
Los griegos llamaban a ésta fiesta "Puerta del Hombre". Éstos lo celebraban con las fiestas griegas dedicadas al Dios Apolo. Los romanos dedicaban sus fiestas a la Diosa Minerva donde saltaban tres veces por encima de sus fuegos. Los celtas lo celebraron con su Beltaine ("bello fuego") y era un festival en honor al Dios Belenos. Y por supuesto, los incas disfrutaban del Inti-Raymi ( Fiesta del Sol) donde, justo en el momento de la salida del astro rey, alzaban los brazos a él y murmuraban sus cánticos.

Ésta noche es noche de apariciones y desapariciones. Ésta noche se abren las puertas interdimensionales y reviven los encantamientos. Ésta noche el agua cura, el rocío purifica, el diablo anda suelto, el Sol baila al amanecer, los hombres arrojan a las hogueras a los malos espíritus. Es noche de abrir las puertas "del otro lado del espejo", de pasear bajo la luna los cuerpos femeninos. Es el momentos de recoger las hiervas malas que se conviertieron en medicinales. La noche de San Juan es noche de brujas.

Yo lavaré mi pelo y mi cara con bendita agua y cantaré a las flores de la fuente.

Yo aún no he conocido la noche más larga del año. Será la más larga la noche que no te tenga en mis pensamientos, será esa y sólo esa.
Así que, afortunada, me dedicaré a coser mis embrujos, hervir mis conjuros y unir mis creencias para no concerla nunca.

Ésta es la noche, aprovecharé para darle forma a mis deseos.